Para garantizar un funcionamiento autónomo sin suministro de energía y sin líneas eléctricas para equipos de bombeo y otras máquinas y mecanismos tecnológicos, es posible utilizar motores de combustión interna que se agregan en lugar de un motor eléctrico a través de una transmisión de embrague o una polea. El consumo medio de combustible es de 250 a 258 gramos por 1 kWh.