Las válvulas antirretorno suelen instalarse en las tuberías para evitar el reflujo. Una válvula de retención es básicamente una válvula unidireccional en la que el flujo puede moverse libremente en una dirección, pero si el flujo regresa, la válvula se cierra para proteger las tuberías, otras válvulas, bombas, etc. Si el caudal retorna y no se instala una válvula de retención, puede producirse un golpe de ariete. El golpe de ariete suele producirse con una fuerza extrema y daña fácilmente las tuberías o los componentes.
Las válvulas antirretorno se utilizan en muchas aplicaciones. Por ejemplo, suelen colocarse en el lado de descarga de una bomba para protegerla del reflujo. Las bombas centrífugas, el tipo más común de bomba de agua, no son autocebantes, por lo que las válvulas de retención son necesarias para mantener el agua en las tuberías. Las válvulas antirretorno también se utilizan mucho en los sistemas de calefacción, ventilación y aire acondicionado (HVAC). Los sistemas HVAC, por ejemplo, se utilizan en grandes edificios donde el refrigerante se bombea a muchas plantas. Estas válvulas de retención se instalan para garantizar que el refrigerante no vuelva a salir